Retiros sin cobertura: cuando los hoteles apuestan por la desconexión

En un mundo donde todo va deprisa —vídeos de 5 segundos, reviews al instante, alertas constantes—, hay algo que empieza a sonar muy atractivo para muchos viajeros: el silencio. O mejor dicho, la desconexión.
Y no hablamos solo de apagar el móvil unas horas, sino de propuestas hoteleras que han decidido ir más allá: retiros en plena naturaleza, sin pantallas, sin cobertura y con una agenda pensada para bajar revoluciones. Un descanso que busca volver a respirar con calma.
Un estudio de McKinsey & Co mostró en 2024 que los consumidores hoy en día muestran un interés creciente sobre querer vivir experiencias en los hoteles, y un interés decreciente en cosas materiales. Entonces, nos preguntamos ¿esto supone el fin del turismo del lujo por el lujo?
Forest bathing, yoga y silencio
Una de las prácticas que está ganando cada vez más presencia en estos retiros es el forest bathing, o baño de bosque. Originaria de Japón, esta actividad no tiene nada que ver con el senderismo ni con el deporte: se trata de pasear despacio por un entorno natural, con atención plena, observando los árboles, los sonidos, los olores. Sin móviles, sin auriculares, sin reloj. Solo estar.
Algunos hoteles rurales ya han comenzado a incluirlo como parte de sus programas de bienestar. En Mallorca, por ejemplo, hay alojamientos que combinan forest bathing con sesiones de yoga al aire libre, talleres de cocina saludable, meditaciones guiadas o masajes integrativos, todo en espacios rodeados de vegetación autóctona.
Lo curioso es que muchos de estos hoteles no pretenden ser spa resorts de lujo ni vender soluciones milagrosas. Lo que ofrecen es una pausa real. Un fin de semana o unos días lejos del ruido digital y con actividades sencillas.

¿Por qué este tipo de propuestas funcionan?
Porque la gente lo necesita. Busca el desconectar mentalmente. Quiere sentirse bien, respirar mejor, dormir profundo. Y ahí es donde algunos hoteles están sabiendo leer el momento y ofrecer algo distinto.
¿Y si tu hotel pudiera ofrecer algo así?
No hace falta estar en mitad del bosque ni reformar el hotel entero. A veces basta con reservar una parte de jardín, colaborar con profesionales del bienestar o diseñar un «pack slow» para ciertos fines de semana del año. Es cuestión de observar lo que ya tienes, y pensar en cómo lo puedes transformar en una experiencia que hable el lenguaje de quienes necesitan parar.
¿Te planteas incluir propuestas de bienestar en tu hotel? En Khama Hotel estaremos encantados de ayudarte a pensar también en la parte más importante de la desconexión: el descanso. Y para todo lo demás… siempre puedes volver a conectar. Pero mañana.