Así está evolucionando el diseño de habitaciones de hotel: las claves para hoteleros que piensan en futuro

Todos sabemos que el diseño de las habitaciones es un motor fundamental para atraer y fidelizar a los huéspedes. Pero lo que no todo el mundo sabe es que hay tres claves que están marcando el rumbo del sector: modularidad, bienestar y personalización. Te lo contamos.
1. Diseño flexible y modularidad
Debemos diseñar con propósito. Cada metro cuadrado cuenta, y por ello debemos aprovechar nuestros recursos al máximo, de manera que aporten el mayor valor posible al huésped y al hotel. Dormir bien, moverse con facilidad, trabajar si hace falta o disfrutar de un momento de relax son requisitos básicos. Además, el auge del nómada digital (ese nuevo viajero que mezcla trabajo y ocio sin un lugar fijo) ha dado más protagonismo que nunca al diseño flexible.

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2. Mayor importancia al bienestar
Iluminación circadiana: Luces LED, luces cálidas, luces blancas… cada persona tiene sus preferencias, pero lo que está claro es que una iluminación adecuada es esencial en cualquier habitación de hotel. Hoy en día, la tecnología avanza rápidamente, y un buen ejemplo de ello es el caso de las luces circadianas. Esta tendencia busca una iluminación más consciente, respetuosa y alineada con nuestro ritmo biológico, minimizando cualquier impacto disruptivo en nuestro bienestar.
Bienestar a través de los olores: En el sector hotelero, el uso de fragancias específicas se ha convertido en una tendencia clave para mejorar la experiencia del huésped. Algunos hoteles han logrado crear una identidad olfativa tan distintiva que sus olores se convierten en una firma, sin importar el país en el que se encuentren. Esta uniformidad también refuerza el branding, e incluso hace que los clientes quieran comprar un recuerdo en forma de vela o difusor con tu marca.
Rincón de wellness en la habitación: Ya sea a través de una alfombrilla de yoga, subscripción a una app de wellness o productos de baño de alta gama, muchos hoteles están mejorando la experiencia del huésped desde estos pequeños gestos. Algunos hoteles incluso incluyen kits personalizados, permitiendo que los viajeros desconecten y encuentren un espacio para cuidar de sí mismos, tal como lo harían en la comodidad de su hogar.
El baño como experiencia sensorial: Duchas tipo rain shower, lavabos esculpidos, materiales naturales y amenities de autor. La frontera entre habitación y baño también se difumina, con diseños que permiten mayor apertura visual o integración de elementos comunes.

3. Personalización
El huésped de 2025 espera algo más que “una habitación estándar con su nombre en la televisión”. Quiere sentir que el espacio se ajusta a su forma de viajar sin obligarle a pedirlo en recepción. Como hemos analizado en anteriores artículos de KhamaHotel, esto exige dos pilares:
Conocimiento previo de las preferencias: gracias a sistemas CRM que recopilan y actualizan la información del cliente, podemos anticiparnos a sus necesidades, agilizar la comunicación y cimentar la fidelidad (los mayores grupos hoteleros ya los integran como parte esencial de su estrategia, como Marriot International Bonvoy, Accor All Loyalty, Meliá Hotels International y NH Hotel Group).
Equipamiento versátil capaz de transformarse sobre la marcha: cabeceros con enchufes modulables, iluminación que recuerda la última configuración elegida o mobiliario que adapta su ergonomía según la hora del día.
Dentro de esta lógica, crece la corriente del turismo del sueño. El descanso se sitúa en el centro de la experiencia con detalles como almohadas y toppers a la carta o persianas automatizadas que garantizan oscuridad absoluta. Todo ello se coordina mediante domótica “invisible”: controlar temperatura, luces o cortinas desde el móvil (o por voz) ya es algo casi inprescindible en la gama alta, pero el lujo tecnológico consiste justamente en que esa interfaz desaparezca de la vista.
El énfasis en el reposo se integra, además, en la filosofía del turismo regenerativo, que busca que el viajero se vaya mejor de lo que llegó y que el entorno (incluido el equipo humano del hotel) también se beneficie. Materiales de bajo impacto, textiles sostenibles y procesos circulares redondean habitaciones que miman al huésped sin descuidar al planeta.
Los hoteles que entienden el diseño de habitaciones como una herramienta de valor estratégico están posicionándose mejor. Reducen costes innecesarios, mejoran la experiencia del cliente y facilitan el trabajo del equipo. En Khama Hotel lo vemos cada día: aquel que logra adaptarse a los nuevos perfiles de viajeros es el que consigue hacer una inversión con retorno.
¿Estás replanteándote el diseño de las habitaciones de tu hotel? Contacta con nosotros.