Cómo retener el talento en tu hotel

Retener el talento en tu hotel es algo que debemos cuidar en el día a día, porque en la industria hotelera, el talento no se ficha: se conquista. Más aún en un sector donde estamos expuestos las 24 horas del día a contacto con el cliente, y, a veces, se presentan ciertos momentos donde la sonrisa de un empleado puede ser tan importante como la calidad del servicio. Entonces, ¿cómo hacer que quienes hacen posible la experiencia hotelera quieran quedarse, crecer y construir contigo? Pues bien, desde Khama Hotel, te damos las siguientes claves:

1. Reconocer y recompensar las particularidades laborales de la industria hotelera:

• En el sector hotelero, los turnos rotativos y los horarios variables son parte habitual del día a día. Y aunque a veces pueden representar un gran reto, también suponen una gran oportunidad para reforzar la comunicación interna y la implicación del equipo. Por ejemplo, crear espacios de conversación abiertos y naturales sobre los turnos —sin que el tema se convierta en un tabú— permite que los empleados lo asuman como una parte fundamental de su trabajo y no como un esfuerzo adicional. Además, explicar de forma clara cómo se compone su salario y qué pluses o incentivos están incluidos es clave. A menudo no se trata de cambiar las condiciones económicas, sino de poner en valor lo que ya se está ofreciendo. Conocer al detalle su retribución (qué parte corresponde a turnicidad, a productividad, a horas extra) ayuda a que el trabajador perciba su esfuerzo como reconocido.
• La exigencia por parte de los clientes ha aumentado, y eso puede generar presión en los equipos. Sin embargo, hay formas de canalizar esa exigencia en positivo, preparando al personal para sentirse más seguro ante situaciones complejas. Organizar talleres prácticos sobre soft skills como la gestión emocional, la escucha activa o la resolución de conflictos, mejora la atención al cliente y proporciona a los trabajadores más seguridad en sí mismos, haciéndoles sentir más preparados y valorados.
• Reforzar el atractivo del sector: recordar lo bueno que ya tiene. A veces, lo más eficaz para motivar es revisitar lo positivo. El sector hotelero tiene muchas ventajas que merece la pena poner en valor: (1) La posibilidad de trabajar en entornos diversos, donde cada día es diferente. (2) Variedad de puestos y recorridos profesionales, desde recepción hasta housekeeping o restauración, lo que permite crecer sin cambiar de empresa. (3) Contacto continuo con personas de todo el mundo, lo que enriquece tanto a nivel humano como profesional.

Revisar estas ventajas junto al equipo, o integrarlas en el proceso de onboarding, ayuda a fomentar el orgullo de pertenencia y a recordar que, más allá de la carga de trabajo, el sector tiene mucho que ofrecer.

2. Estrategias para atraer el talento:

No podemos hablar de retener el talento sin pensar antes en cómo atraerlo. Y para atraer buenos profesionales, el primer paso es mirar dentro del propio hotel. ¿Es un lugar en el que la gente querría trabajar? ¿El ambiente que se respira, la forma de liderar, las oportunidades de crecer… comunican lo que realmente somos como empresa?

• Construir una buena marca empleadora empieza desde dentro: se trata de crear un entorno que el equipo recomiende por sí mismo. Contar con sellos como Great Place to Work o Top Employer pueden ser un buen comienzo, ya que validan externamente que se trata de un lugar donde se cuida al equipo. Pero más allá del sello, lo que importa es el trabajo diario que hay detrás.
• Mejorar la experiencia del candidato: la relación con un futuro empleado empieza mucho antes de que firme el contrato. Y, como ocurre con los huéspedes, la primera impresión importa (y mucho)… Algo tan sencillo como mantener al candidato informado puede generar un impacto muy positivo: explicar con antelación con quién se reunirá, qué temas se tratarán durante la entrevista, si habrá alguna prueba práctica, o cuánto durará el proceso. Este tipo de detalles no restan seriedad, pero sí suman cercanía, y ayudan a que el candidato mantenga la ilusión y el compromiso durante todas las fases.Todo ello refuerza la imagen del hotel como un lugar donde se valora a las personas, incluso antes de formar parte del equipo.
• Diversificar los canales de reclutación y ofrecer la suficiente información: existen múltiples canales hoy en día para reclutar. LinkedIn, Glassdoor, Infojobs… pero también hay canales de reclutación de nichos específicos, en nuestro caso de turismo. Algunos ejemplos son: Turijobs, Hosteleo o Journal des Palaces en Francia.

3. Estrategias para retener el talento:

Ahora sí, pasemos al corazón del asunto. Una vez has logrado atraer a los perfiles adecuados y has ofrecido una experiencia de candidatura cuidada, llega la parte más importante: conseguir que quieran quedarse.

• Todo empieza por algo tan importante como crear un ambiente laboral positivo: (1) Reconocer el buen trabajo de forma habitual, no solo en evaluaciones anuales. Un comentario positivo en el momento justo puede tener más impacto que una felicitación formal. (2) Celebrar pequeños logros, con iniciativas como el “empleado del mes” (puede incluir un incentivo económico o no, según el caso). (3) Organizar momentos para compartir fuera del entorno de trabajo, como team buildings o actividades informales. (4) Fomentar reuniones regulares donde se dé voz a todo el equipo, incluso para temas que no sean estrictamente operativos. Escuchar sus ideas, opiniones y preocupaciones también es una forma de reconocimiento.
• Ofrecer oportunidades de crecimiento: Una de las formas más efectivas de retener al equipo es demostrarles que tienen un futuro dentro del hotel. Muchas veces, el talento no se marcha por falta de motivación, sino porque no ve opciones reales de crecimiento. Fomentar la promoción interna no solo es una forma de premiar la implicación, sino también una estrategia inteligente para consolidar la cultura del hotel con personas que ya conocen la operativa y los valores de la casa. Para ello, es importante ser más transparentes con las vacantes internas y las oportunidades de desarrollo: comunicar las posiciones disponibles antes de abrir procesos externos, establecer prioridades de contratación interna y detectar talento potencial entre los empleados. A ese empleado que muestra actitud, compromiso y ganas de aprender, se le puede ofrecer formación específica para prepararle hacia un ascenso. Incluso si no hay un puesto disponible en ese momento, acompañarle con un plan de desarrollo individual ya genera una motivación adicional. A veces, un “veo potencial en ti” dicho a tiempo es suficiente para reforzar la conexión con el proyecto y evitar que ese perfil se marche a buscar nuevas oportunidades fuera.

• Aceptar la flexibilidad laboral como parte de tus valores: implementar horarios con flexibilidad para mejorar la conciliación de vida laboral y personal es muy importante, especialmente para personas cuidadoras, ya sea por hijos o por cuidado de una tercera persona.
• Beneficios competitivos: Vamos más allá de ofrecer salarios justos. Cada vez más empresas en todos los sectores están adaptando una serie de beneficios corporativos para sus empleados, y son muy variados. Por ejemplo, en el caso de tu hotel, para aquellos que estén más tiempo de cara al público, subvenciones o descuentos en clínicas psicológicas, para aquellos que necesiten realizar mucho esfuerzo físico como estar mucho tiempo de pie o hacer camas constantemente, servicios de fisioterapia.
• Reforzar el sentido de propósito en el trabajo: Todas las piezas son partes esenciales del engranaje. Desde el camarero de piso, hasta el director del hotel. Cuando todos sienten que su papel cuenta, la motivación se multiplica.

En definitiva, retener el talento y quedarse con lo mejor no siempre significa ofrecer más, sino ofrecer mejor: mejores condiciones, mejor cultura, mejores oportunidades. En un mercado laboral tan parecido, los hoteles que aprendan a escuchar, adaptarse y cuidar a su equipo serán los que construyan una plantilla sólida y motivada. Porque al final, los mejores embajadores de tu hotel no están en otro lugar que en tu propia recepción.