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Industrialización hotelera y turismo sostenible

21/02/22 - 3 Min. Lectura

 

Hace unas décadas, pensar que los hoteles podrían ser construidos en fábricas y trasladados a los lugares de construcción sonaba a ciencia ficción. No obstante, este tipo de arquitectura es hoy una realidad y se abre paso en el mundo hotelero, dando lugar a nuevas formas de turismo sostenible.

Los hoteles prefabricados están hechos de módulos que salen de fábrica en camiones hasta la parcela donde van a ser ensamblados y montados.

Cuanto antes se culmine el proyecto, antes empieza a rentabilizarse el activo. Aunque el metro cuadrado siga siendo más caro que la construcción convencional, acortar plazos puede marcar la diferencia para determinados proyectos. Además, la diferencia de precio entre la construcción tradicional y la arquitectura industrializada es cada vez menor.

El cambio de construcción hacia un nuevo modelo de negocio.

Existen varios factores que entran en juego además de los plazos de ejecución de la obra. Por ejemplo, la ubicuidad. Un establecimiento hotelero modular puede servir después para un festival de música al aire libre con habitaciones independientes, o ¿por qué no? servir para los asistentes a un evento deportivo, albergar a trabajadores que prefieren cambiar de localización y reconectar con la naturaleza. Las posibilidades son múltiples. No obstante, el traslado de estas edificaciones entraña riesgos y también tiene un elevado coste, por lo que es crucial rentabilizar el activo allí donde se posicione en primera instancia. Esto implica que la arquitectura modular tampoco puede estar en itinerancia permanentemente.

Arquitectura Modular en las antípodas del low cost.

Quizá sea porque el hecho que la palabra “prefabricado” esconde connotaciones negativas del pasado, siempre se ha asociado la construcción modular al bajo coste y construcciones efímeras, baratas, rígidas y carentes de personalidad. Ese panorama queda muy lejos si miramos al desarrollo de la arquitectura industrializada de la actualidad. Así lo ilustran startups como Room2030. Una empresa que surge del consorcio de grandes empresas relacionadas con la arquitectura y el equipamiento hostelero con el respaldo de Estudio Baragaño y liderado por el departamento de R&D de Arcelor Mittal. Un proyecto que nos acerca a la habitación del futuro, donde la innovación de cada una de las empresas participantes equipa un proyecto de arquitectura modular ambicioso. Un proyecto donde incluso algunas de las tecnologías implementadas se encuentran en una fase previa a la comercialización. Proyectos que van más allá de la “huella cero” para un turismo sostenible, capaces incluso de ser un elemento dinamizador en el entorno donde se instalan.

 

turismo sostenible

Redefinición del lujo:

Muchos hoteles destino y hoteles paisaje se apoyan en este formato para ofrecer al huésped experiencias inolvidables. Experiencias hoteleras que nos acercan a la redefinición del concepto del lujo. El lujo clásico y recargado deja paso a formas orgánicas, a la privacidad y al bienestar. Pero, cuáles son los valores diferenciales:

Pisar tierra: En una sociedad acuciada por el estrés, reconectar con la naturaleza y disfrutar sin distracciones de las cosas sencillas y auténticas. El lujo no es ya coleccionar sellos en un pasaporte, sino encontrar un rincón tranquilo donde disfrutar de la compañía de seres queridos y el entorno. La arquitectura modular tiene las ventajas de poder ubicarse en entornos rurales en enclaves aislados.

Wellbeing: En la misma línea slow, el lujo tiene unas connotaciones más responsables y menos opulentas que en otras décadas. Ahora se busca consumir productos de proximidad, tener una estancia con actividades físicas ligeras dentro de los hoteles, aprender cosas nuevas o descubrir nuevos hobbies. También es importante descansar mejor de lo que lo hacemos en nuestra propia casa.

Ruralismo sofisticado: El turismo sostenible, estar en conexión con la naturaleza en un entorno rural, no exime al viajero de disfrutar de una experiencia de calidad. Disfrutar de lo esencial no es sinónimo de austeridad. Desde un diseño arquitectónico singular, hasta una experiencia gastronómica única, pasando por un mobiliario de calidad, toda la experiencia está perfectamente integrada en el entorno. Estos elementos permiten al huésped disfrutar de la naturaleza y la esencia de las cosas de manera auténtica y con estilo.

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