La mítica historia del Hotel Savoy
“The Savoy” es mundialmente conocido por haber sido el primer hotel de la historia en haber introducido una necesidad que ahora consideramos básica: la electricidad.
Con el Savoy nació un nuevo estándar de savoir-faire en hotelería y una era de innovaciones que definieron al Londres moderno. En su apertura de puertas en 1889, se consolidó como el primer hotel de lujo, convirtiéndose en el hotel de referencia para la clase alta y acomodada en Londres.
Su legado cuenta con miles de historias, y muchas de ellas relacionadas con la cantidad de estrellas y personajes importantes que durmieron entre sus puertas. Una de las historias más representativas del Savoy se debe a Monet, uno de los pintores más representativos del s.XIX, quien pintó su conocido “El Támesis debajo de Westminster”. La obra supone una de las mayores representaciones del impresionismo y hoy en día todavía yace cerca del Savoy, situándose a tan solo 9 minutos andando del hotel, en la National Portrait Gallery.
Pero el Savoy no solo destacaba por ser el primero en introducir ascensores y baños individuales en las habitaciones, sino que era conocido por todos los aspectos posibles. Desde su reconocido chef Auguste Escoffier, hasta su gerente, César Ritz, quienes fueron contratados por el dueño del Savoy, Richard D. Carte.
Richard Carte fue un hombre de inicios humildes que consiguió codearse con la élite. Gracias a su determinación y su visión para los negocios, construyó dos teatros en Londres y una compañía de ópera. Esta pasión por la música fue heredada de sus padres, quienes (pese a tener pocos recursos) se interesaron en que sus hijos tuvieran una buena formación en la música, arte y literatura. De hecho, con tan solo 6 años, Richard Carte ya tocaba el violín.
Carte fue fundamental para revitalizar el teatro británico, que en la mitad de la era victoriana se encontraba en decadencia. El propio George Bernard Shaw comentó que Carte estableció una nueva escuela de ópera cómica inglesa, elevando la calidad de las producciones a un nivel artístico y construyendo un nuevo teatro de ópera en Inglaterra.
Además, también jugó un papel clave en la mejora de la reputación de los hoteles y de las mujeres en esa época. Según el Oxford Dictionary of National Biography, el Savoy Hotel se convirtió en un lugar de encuentro para la alta sociedad londinense y ofrecía un ambiente que invitaba a celebrar grandes eventos. Esto marcó también un gran hito, ya que permitió que las mujeres, que antes evitaban comer en público, pudieran hacerlo en los elegantes salones del Savoy.
Una de las grandes claves que marcaron el éxito de la construcción del hotel fue la astucia de Ritz, quien hizo una gran investigación sobre el público objetivo del hotel, y construyó su plan a partir de ello. La atención al cliente con servicio de habitaciones, una iluminación indirecta, servicios para el personal que acompañaba a las estrellas… y la creación de la figura de director de hotel. Toda esta organización permitió que el Savoy ofreciera servicios con auténtico valor, y que, por supuesto, fuera capaz de monetizarlos.
Más de un siglo después, el Savoy sigue marcando el estándar de la excelencia hotelera. Por ello, si algo se puede aprender del Ritz (y si algo queremos transmitirte desde Khama Hotel), es el valor de crear una propuesta de valor única y distintiva, enfocada en alcanzar la máxima excelencia y diseñada de manera precisa para satisfacer las necesidades específicas de su público objetivo.