Cómo mejorar la eficiencia y reducir las bajas laborales de las camareras de piso

El sector hotelero en España cuenta con aproximadamente 100.000 camareras de piso, quienes desempeñan una labor esencial en la calidad del servicio y la satisfacción de los huéspedes. Sin embargo, el trabajo físico que realizan conlleva una alta carga ergonómica, especialmente al hacer las camas, una tarea más demandante de lo que puede parecer. La introducción de camas elevables en los hoteles de España está suponiendo un gran cambio, tanto en términos de eficiencia como de salud laboral de estas trabajadoras, y comunidades como Canarias ya han declarado su obligatoriedad.
Un ahorro de 13,3 millones de horas al año
En la actualidad, hacer una cama de hotel tradicional requiere una media de cuatro minutos. Teniendo en cuenta que las camareras de piso pueden realizase unas 20 camas por turno, esto supone 80 minutos diarios dedicados exclusivamente a esta tarea.
Las camas elevables, gracias a su sistema mecánico que permite ajustar la altura sin necesidad de agacharse o hacer fuerza, pueden reducir el tiempo necesario en aproximadamente un 40%. Es decir, en lugar de cuatro minutos, cada cama podría hacerse en 2,4 minutos, lo que supondría un ahorro de 32 minutos por jornada laboral.
Si multiplicamos este ahorro por las 100.000 camareras de piso en España, encontramos que el sector hotelero podría ahorrar 53.333 horas diarias. Al extrapolar esta cifra a un año completo (con 250 días laborables), se alcanzan 13,3 millones de horas ahorradas anualmente, una gran cantidad de tiempo que podría dedicarse a mejorar otros aspectos del servicio hotelero o a reducir la carga laboral de las empleadas.

Menos esfuerzo físico y menos bajas laborales
Pero el impacto positivo de las camas elevables también se extrapola a otros factores. Actualmente, tenemos en cuenta que el 50% de las camareras de piso en España sufren lesiones musculoesqueléticas (aunque hay estudios que sitúan este porcentaje por encima del 85%), especialmente en la espalda, debido a las posturas forzadas y la manipulación constante de colchones pesados o camas encastradas. Estas dolencias llevan a muchas de ellas a tomar bajas laborales, con un porcentaje estimado del 20% de las afectadas. Esto equivale a 10.000 bajas anuales por problemas musculares y de espalda en el sector.
Dado que las camas elevables pueden reducir aproximadamente hasta en un 40% la carga física de esta tarea, se estima que también podrían disminuir en la misma proporción la cantidad de bajas laborales relacionadas con estos problemas. En cifras concretas, esto supondría evitar aproximadamente 4.000 bajas al año, reduciendo significativamente el absentismo y los costes asociados para los hoteles, además de mejorar la calidad de vida de las trabajadoras.

Una inversión rentable para el sector hotelero
Si bien la implementación de camas elevables supone una inversión inicial para los hoteles, los beneficios a largo plazo son evidentes. Un ahorro de 13,3 millones de horas anuales implica una optimización de recursos y una mayor eficiencia, sin olvidarnos de la reducción de 4.000 bajas laborales al año, que disminuye los costes derivados de sustituciones y bajas médicas.
Además, esta medida contribuiría a mejorar la retención del talento, la proximidad del empresario con sus empleados y a mejorar la imagen del sector, mostrando un compromiso real con el bienestar de las trabajadoras.
Desde Khama Hotel, recomendamos conocer las últimas novedades y retos de las gobernantas y camareras de piso a través de nuestro podcast con Ciona Rodríguez, vocal de ASEGO en Canarias.